Rabia

 Rabia

Terrorismo, terror, amedrentamiento, miento, descaradamente miento, mentiroso, indigno, vomitivo, se ríen, mienten, les da lo mismo, mienten, mentirosos, están en el poder, mienten, hacen lo que quieren con el poder político, según ellos ganado en las urnas, con la participación del pueblo, ¿y por qué el pueblo los odia?

Sus políticas son parte de sus rentables negocios. El pueblo quiere aprovecharse del estado, la Hoffman ha vivido a costillas del estado, su familia sigue como lapa usufructuando del estado. El imbécil se educó gracias al estado, igual que su padre que usufructuó del estado y, el pueblo, el que paga impuestos y tiene que pagar su educación, por querer usar su dinero depositadas en los fondos que ellos crearon para mantener sus empresas, no las pueden usar, porque es una mala política pública, sin embargo, eso no es una política pública, porque ellos no hacen nada

Los terrorista hacen lo que quieren, siguen, persiguen, escuchan, se paran al lado del repugnante y los sustentadores del poder ganado democráticamente, bajo las reglas de esa democracia mañosa, mediocre y se agarran con colmillos y garras para seguir chupando de la sangre del pueblo que algunos dicen que despertó pero que parecen aun somnolientos después de un sueño demasiado largo.

Los terroristas, los que se apropiaron de los bosques y nos cambiaron los árboles y plantaron otros árboles que les rentan más para mantener sus actos terroristas, que se escudaron en leyes escritas por terroristas y se escudaron en una democracia surgida desde la dictadura para reírse del pueblo en su propia cara apropiándose de aspiraciones de igualdad, justicia, equidad, conceptos construidos desde sus negocios, estructuras construidas para delinquir, para robar

Y tenemos guardianes de aquellos, que frenan, obstaculizan y se ríen de lo que el pueblo aspira construir. Esos que usufructuaron de lo que el pueblo ganó colocando el pecho a las balas, siendo detenidos, encarcelados en cárceles secretas, torturados, torturados hasta la muerte, dañados sus cuerpos, desgarrados sus cuerpos, dañados sus cuerpos, infringiendo el dolor más intenso, cuando lo único que querían esos cuerpos era no sentir dolor, no escuchar la voz del torturador, sus pisadas, su respiración, sus manos sobre sus cuerpos.

Eso es lo que defiende este poder, se ríen de esto, se solazan en esto. Infringen dolor al pueblo, con su presencia, sus palabras vacías, su democracia abyecta, andamiaje levantado para robar al pueblo, para reírse del pueblo.

Nunca encontraremos la palabra correcta para definir su alevosía y abyección.

En lo diáfano surge el Wall Mapu, los originarios. Arrasados en todo el continente, cortadas sus lenguas, torturados, la tortura como método de dominación. Asesinados, el respeto a la vida de ellos los otros no tienen vida digna, que merezca ser respetada, esto como método de acción. Bendecidos por un Dios extraño y mediocre que permite el exterminio, que los bendice, que bendice el robo, la usurpación levantando el andamiaje de la ley, lo legal, la única mirada a la que tendremos que someternos porque lo que dicen es así.

Contaminaron y continúan contaminando, asesinaron y continúan asesinando, torturaron y, continúan torturando.

Hoy que queremos construir la dignidad, nos están robando la dignidad.

Hoy que queremos construir el respeto, nos están robando el respeto

¿Despertamos, despertaremos?

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